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GRUPO II (Incertidumbre)
FLOR TIPO: Aulaga
( Ulex europaeus )
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"Para una enorme desesperanza.
Para los que han perdido la fe y ya no creen que se les puede ayudar. Solo bajo persuasi�n, o para complacerlos, se someter�n a diferentes tratamientos, pero asegurando que hay pocas posibilidades de alivio."
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Edward Bach
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PALABRAS CLAVE: Desesperanza, desesperaci�n, renunciación, claudicación.
ASPECTO POSITIVO: Mantener la Fe, esperanza en medio de las dificultades. Participación. Espíritu de lucha.
PROPOSITO: Aprender de los obstáculos y poner a prueba la fe en el orden armónico del Universo.
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La Aulaga es un arbusto perenne, con abundantes flores de color amarillo dorado. Las flores están en su máximo esplendor, entre principios y mediados de primavera, aunque en climas cálidos la floración empieza antes. Brotan una a una de las axilas de las hojas de los brotes del año anterior. Las hojas nacen tiernas y vellosas, pero de adultas se transforman en agujas muy afiladas. Crece sobre suelos pedregosos, descubiertos y entre brezales secos.
El doctor Bach consideraba la Aulaga, uno de los siete "asistentes" originales. Estas son plantas que preparan el terreno de la curación. Según Bach, " Es como si estas personas necesitaran mas luz del sol en sus vidas, para alejar los nubarrones."
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La esencia floral se obtiene por método solar, de mediados de primavera a principios del verano. Utilizándose las matas de flores recolectadas con el tallo.
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La actitud Gorse es un mecanismo de defensa secundario. No es un tipo de persona, sino una actitud en circunstancias adversas, de "tirar la toalla". Gorse representa al arquetipo de la desesperanza. Estas personas abandonan, ante el convencimiento de que uno ha echo todo lo posible, y que ya no hay remedio. Este estado Gorse, es propio de personas poco luchadoras, entre las que se encuentran Mimulus y Gentian. Los especialistas en la terapia del doctor Bach, suelen afirmar que el estado Gorse se halla justo debajo de la Genciana. En ocasiones sobreviene casi sin avisar, creando una situación de desánimo que degenera repentinamente en abatimiento y en una gran desesperación. Si las personas Gentian desean tirar la toalla cuando las cosas se ponen difíciles o hay problemas, las Gorse lo hacen realmente. Por el contrario, personas Vine, Elm, Oak o Vervain, parecen inmunes al desaliento, y sus fuertes personalidades nunca entrarían en este estado.
La desesperanza, a diferencia de la desesperación, alude a un movimiento pasivo e introvertido de la energía. Este repliegue puede traducirse en resignación y una pérdida de fe, de donde son incapaces de salir por sí mismas. Aunque tampoco sirve de nada que tengan gente a su lado, que intente ayudarles a superar la crisis. Por ejemplo, un contratiempo con un problema médico largo, puede suponer el inicio de un estado Gorse negativo. Este estado anímico es muy peligroso por dos razones. La primera, porque la postura Gorse, refuerza el programa de la enfermedad en el cuerpo etéreo, y como consecuencia, se arraiga cada vez con más fuerza en el cuerpo físico, de modo que el problema solo puede empeorar. Y la segunda porque la personalidad produce por añadidura resistencia pasiva. Se aparta cada vez mas de su Yo superior y de su proceso evolutivo vivo, convirtiendose progresivamente en un cadáver viviente. El estado Gorse desaparece en cuanto se resuelve la situación que le dio origen, lo que confirma que hay una relación causa-efecto.
Gorse representa la capacidad anímica de la esperanza. En estado Gorse negativo, este potencial se ha perdido. Provocando un pesimismo profundo y una falta de esperanza en un futuro mejor. Puede extender a un sin fin de situaciones económicas, estudiantiles, etc. Provocando claudicaciones parciales sobre algo concreto y no sobre nuestra vida en general; creyendo que no vale la pena esforzarse. Como por ejemplo, renunciar en algún aspecto de la relación con la pareja, trabajo, estudios o cualquier otro ámbito de nuestra vida. Eso no quita que uno se mantenga optimista en otros aspectos de la vida. Pues piensa que el problema no es él, sino la circunstancia externa.
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Es importante la prescripción de Gorse, en aquellas personas que se sientan condenadas por el destino, o por alguna condición hereditaria que crean no poder cambiar. También en todas aquellas personas que padecen enfermedades "con mala fama"; como por ejemplo SIDA, cáncer, etc..
El remedio Gorse favorece el optimismo y ayuda a exteriorizarlo, renueva el sentimiento de esperanza e impulsa a creer que no todo está perdido y que hay cosas por las que merece la pena luchar. También aleja el nubarrón de apatía que parece haberse cernido sobre la persona.
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Al tomar el remedio se desencadenan todas las reservas ocultas de fortaleza y valor que todavía quedan en su interior. Así la persona es capaz de recobrar el animo y prepararse para dar otra oportunidad a la vida. Esto no significa que los problemas que han desencadenado este estado vayan a desaparecer, sino que se disfruta de un estado mucho mejor para hacerles frente y asumir cualesquiera que sean sus consecuencias.
Permite recuperar la fe y el deseo de recobrar el equilibrio emocional. Libera de la penumbra y ayuda a conocerse a uno mismo y respetarse. Potenciando el sentido del orgullo, en relación con lo que uno es y con lo que es capaz de conseguir. Ayuda a darse cuenta de que, a pesar de todo, vale la pena vivir.
En Gorse se cristaliza el futuro en un sentido negativo, no entendiendo que la realidad es un escenario móvil e interactivo, donde las causas externas reflejan nuestro estado interno.
La persona en estado Gorse, no ve que los obstáculos representan la ocasión de aprender y poner a prueba su fe en el orden armónico del Universo.
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