DESCRIPCIÓN:

La Valeriana es una planta herbácea perenne, perteneciente a la familia de las valerianáceas. De raíz gigantesca y de pequeña cepa, de la que brota un tallo hueco, acanalado y ramificado en su sección terminal, alto y anguloso que puede llegar a los 120 cm. de altura. Las hojas son opuestas con los rabillos entresoldados en su base. El tallo está rematado por un corimbo de pequeñas florecillas blancas o rosáceas. Y su fruto es una cápsula que contiene semillas oblongas.

Su nombre Valeriana deriva del latín "valere"; que significa "estar bien". Ya se conocía desde antes de la antigua Grecia y Roma. Dioscórides realiza su primera descripción botánica, y Plinio el Viejo la considera como uno de los mejores remedios contra los espasmos faríngeos; pero parece que sus enseñanzas fueron olvidadas y la valeriana fue confundida con otras plantas. No es mencionada de nuevo hasta el siglo IX por Isaac el Judío; sin embargo, sus propiedades terapéuticas fueron ampliamente difundidas a partir del siglo XVI por Fabio Colonna en su obra "Phytobasanos". Este estudioso afligido por el «mal caduco», reemprendió la lectura de los clásicos para hallar un remedio, hallando en la valeriana el alivio contra la epilepsia. Tras ellos, Francois Le Boe, mas conocido bajo el nombre de Silvius, que vivió de 1614 a 1672, la utilizó como remedio para las convulsiones; y en 1706, en las Memorias de la Academia de Ciencias de París se afirma que la raíz pulverizada es excelente contra la epilepsia. Chomel, el médico de Luis XV de Francia, la prescribía en polvo para combatir dicha enfermedad. Durante el Primer Imperio francés se empleó como febrífugo cuando escaseaba la quinina, luego también ha sido utilizada para aliviar los dolores menstruales y cocida con licor, pasas y anís se usó como expectorante en casos de toses persistentes y en la congestión pulmonar. En América se utilizaba una especie de valeriana, que ayudaba a los indios de México a soportar la fatiga y las privaciones. Sus hojas frescas eran utilizadas por los incas para el tratamiento de fracturas óseas. El género valeriana incluye mas de 250 especies, pero la valeriana officinalis es la más utilizada.

LOCALIZACIÓN Y CULTIVO:

Se encuentra en Europa y Asia, de donde es nativa; y posteriormente es introducida en América. Propia de la región euro siberiana, en la península ibérica se encuentra en los Pirineos, cordillera Cantábrica, Asturias, Galícia sur de Aragón, etc.. Crece en prados y bosques húmedos, en zonas frescas de umbría y junto a corrientes de agua. En zonas de montaña, hasta los 2.100 metros de altitud. Muere en otoño y se renueva con otros vástagos en primavera; en estado silvestre, al segundo año se le arrancan las raíces. Se limpian y se cortan, para posteriormente ponerlas a secar a una temperatura máxima de 35ºC. Únicamente al secarse, la raíz adquiere ese olor penetrante característico, que recuerda al queso curado; y que incluso a distancia, atrae a los gatos.

FLORACIÓN Y COSECHA:

Época de floración:  De Mayo a Agosto.

Cosecha:  Raíz - De Agosto a Octubre. (Por su demanda, actualmente suele ser planta cultivada)

COMPOSICIÓN QUÍMICA:

* Taninos, alcaloides (valerianina, actinidina, catinina, isovaleramide, valeranina, y valerina), ésteres de ácidos orgánicos, ácidos valerénico, acetoxivalerénico e isovalerico, ácido fórmico, sorbico y acético; aceite esencial (pineno, canfeno), valepotriatos, resinas, almidones, glucósidos.

PROPIEDADES:

* Equilibrante nervioso, sedante, calmante, anti espasmódico, anticonvulsivo, antiinflamatorio, hipotensor suave, ligero diurético, vermífugo, febrífugo.

CONTRAINDICACIONES:

» En algunas mujeres, su uso continuado (más de 7 días) puede causar el efecto contrario. Provocando excitación nerviosa.

» En casos muy raros y dosis elevadas, puede causar dolores estomacales, náuseas, vómitos o/y diarrea.

» En algunas personas, puede provocar dolor de cabeza.

» No mezclar la toma de valeriana con medicamentos inductores del sueño, barbitúricos o benzodiacepinas.

» Contra indicado en mujeres embarazadas y lactantes, bebes y niños menores de 3 años. Ante la duda consultar con su médico o profesional de la medicina natural.

» Si su uso excede las 2 o 3 semanas, puede haber riesgo de adicción, por lo que se recomienda ir disminuyendo la dosis paulatinamente.