La Salvia tuvo en la península Ibérica propiedades benéficas para expulsar los malos espíritus y demonios. En algunas partes de Extremadura la Salvia formaba parte de un brebaje utilizado en los exorcismos. Cuando aparecía un energúmeno, es decir, alguien poseído por el demonio, se le llevaba a una iglesia y se le rociaba con agua bendita y el brebaje citado, donde la Salvia y la Ruda tenían un especial protagonismo.
La Salvia es utilizada por los indios americanos como poderoso exorcizante. Permite que los seres benéficos permanezcan en nuestro entorno y nos protege de malas vibraciones. La Salvia (combinada con cedro) son quemadas por los chamanes para dispersar las malas vibraciones y los espíritus malignos y para atraer a los espíritus benéficos al espacio ritual, así como para "limpiar" los chakras y para protección antes de comprometerse en rituales o trabajos de trance.
Agrippa von Nettesheim (1486-1534), filósofo renacentista que dio auge a una forma de pensamiento que mezclaba los conceptos religioso cristianos y la visión mágica del mundo, llamaba a la Salvia "hierba sagrada" porque hacia a las mujeres fecundas gracias a sus poderes mágicos.
El doctor Andrés de la Laguna, en "Acerca de la materia medicinal y de los venenos mortíferos", dice a este respecto: "Tiene se por averiguado que si la mujer, después de haber dormido y aun velado cuatro días sin compañía, bebiere una taza de zumo de Salvia, y se mezclare luego con el varón, concebirá sin falta. De esta manera en cierta ciudad de Egipto, llamada Copto, tras una gran epidemia de peste las mujeres de los que quedaron vivos fueron obligadas a beber el tal zumo para que con sus muy frecuentes partos instaurasen el linaje humano, allí casi del todo desaparecido..."
En algunas zonas de la Península Ibérica (sur de Tarragona y Lérida y norte de Valencia) se consideró que la Salvia atraía a los sapos, congéneres de la brujas, y por esta circunstancia había que lavar muy bien la planta antes de usarla para no envenenarse. El sapo y la rana, que en Alquimia simbolizaron al agua, en el mundo de la brujería se asimilaron al diablo. Sobre esta creencia José Quer, en Historia de las plantas que se crían en España, escribe: "La Salvia pide algunas precauciones antes de usarla; porque según Doringio, Ambrosio Pareo, Mijera, Matiolo, Fuchsio y muchos otros, aconsejan que no debe administrarse a menos que no esté bien lavada, porque dicen que los sapos se esconden debajo de ella y la infectan con su aliento y su saliva. El único modo de ahuyentar a estos animales es plantar algunos pies de Ruda contiguos a la Salvia, cuya vecindad no pueden sufrir tales huéspedes.."
Esta creencia se mantuvo durante muchos años. En el siglo XVIII don Diego de Torres, catedrático de matemáticas de la Universidad de Salamanca, en su obra "Cartilla rústica", insiste sobre este aspecto: "Conviene plantarla junto a la Ruda para defenderla de las serpientes que frecuentan mucho junto a ella...".
Según la magia Wicca, la Salvia es una planta para ayudar a la proyección astral. Es usada en sahumerios para contribuir energéticamente en el ambiente, en la sanación, la espiritualidad y la protección.
La variedad cuyo nombre científico es Salvia divinorum. Popularmente se la conoce como “hierba María”.. Los chamanes mazatecos de Oaxaca la han usado tradicionalmente de manera ritual y terapéutica, tanto en ritos adivinatorios como de curación de problemas digestivos, dolor de cabeza, reumatismo y anemia. Su consumo habitual potencia la intensidad de los sueños. La doctora y terapeuta catalana Helen Flix cree que la verdadera función de la Salvia divinorum (mascada a nivel ritual) es otorgar lucidez y claridad mental, para ver y solucionar los problemas personales del momento.
La Salvia se llevaba para fomentar la sabiduría, y sus hojas se empleaban en hechizos de curación y dinero. Duerne sobre ella durante tres noches. Si sueñas una vez con lo que deseas, tu deseo se hará realidad; Si no es así, entierra la Salvia para que no te pueda causar ningún daño.
Los indígenas mazatecos mascan las hojas frescas de la Salvia divinorum. La beben en infusiones. Toman el jugo de las hojas machacadas. En Europa y Estados Unidos muchas personas fuman las hojas o el extracto que se obtiene de ellas. A la hora de observar los efectos, no sólo la sustancia juega un papel importante sino también la forma en que se consume. Por ejemplo, si se la masca o se la fuma. “Otra diferencia esencial es la actitud, la motivación, y también el entorno en que se consume”.
|
|