En estos momentos en que vivimos; comienzo de la segunda década del siglo XXI. Los problemas que nuestro planeta afronta por causa de nuestros inconscientes actos, son casi insalvables.
Desde el punto de vista humano, visualizamos entre otras muchas cosas, grandes catástrofes climáticas, hambrunas o deterioro de nuestro nivel de vida, por causas como la escasez de los recursos energéticos, que nosotros mismos estamos expoliando.
Pero tan importante como lo anteriormente dicho, es la extinción de un sin fin de especies animales, que forman parte de la maravillosa y única riqueza de nuestro hermoso planeta; su bio diversidad. Esto no es solo una apreciación romántica, sobre las belleza natural de miles de especies animales perdida para siempre. O sobre todo lo que le estamos robando a nuestros hijos, pues ya no podrán conocer a muchos animales, salvo en fotos o documentales. Como si fueran fantasmas de un hermoso pasado; seres míticos de belleza irreemplazable.
La extinción de todas esas especies en tan corto espacio de tiempo, supondrá un vacío difícil de reemplazar en el equilibrio natural de nuestro planeta. Y esto que parece no tener importancia, puede provocar unas consecuencias difícilmente asumibles para la vida en nuestro único hogar; nuestra madre Tierra. Es evidente que todavía nos falta mucho aprendizaje, y mucha mas evolución, para hacernos conscientes de que la Tierra somos TODOS, y cada ser que en ella habita forma parte de una sola identidad, un solo ser que necesita de cada una de sus partes para desarrollarse y vivir.
Quizá sea, que por esa falta de conciencia de unidad, el hombre cada día está mas enfermo.