Plegaria Iroquesa
Gran espíritu que estás en el viento, escúchame!
Déjame contemplar la belleza del alba y de los ocasos rojos .
Haz que mis manos maten
solamente lo necesario para vivir.
Haz que yo no sea superior a mis hermanos,
y que sepa, si la ocasión se presenta,
combatir con valor, incluso contra mí mismo...
Para que cuando el sol se ponga,
pueda cabalgar hacia ti, por las grandes praderas,
Sin vergüenza..